Hoy recordamos a...
Siempre en nuestra memoria
Cristóbal Martín Luengo, guardia civil asesinado por ETA el 8 de septiembre de 1987
- Detalles
- Categoría: Siempre en nuestra memoria
- Publicado el Jueves, 08 Septiembre 2016 06:38
- Escrito por Antonio Mancera
IN MEMORIAM
Hacia las tres de la tarde del día 8 de septiembre de 1987, la banda terrorista ETA asesinaba en Bilbao de un disparo en la nuca, muy cerca de su domicilio en el barrio de Arangoiti, al subteniente de la Guardia Civil CRISTÓBAL MARTÍN LUENGO. Su mujer y una de sus hijas bajaron inmediatamente del domicilio a auxiliarle, pero no pudieron hacer nada. Cristóbal Martín Luengo fue trasladado en una ambulancia al Hospital Civil de Basurto, donde ingresó cadáver. El rebote de una de las balas alcanzó a Julián Pérez Gómez, que resultó herido leve.
Los dos asesinos se dieron a la fuga en un taxi robado un cuarto de hora antes, que les aguardaba con las puertas traseras abiertas y estaba conducido por un tercer etarra. El taxi había sido robado en la plaza de San Pedro en Guecho por dos de ellos. Allí pidieron al taxista que se dirigiera al polideportivo de Archanda, y en el trayecto se identificaron como miembros de ETA, explicándole que necesitaban el vehículo para hacer un transporte de armas. Tras meter al taxista en el maletero, recogieron a un tercer etarra y se dirigieron a Bilbao a cometer el atentado.
José Manuel Alba Morales, guardia civil asesinado por ETA el 2 de septiembre de 1990
- Detalles
- Categoría: Siempre en nuestra memoria
- Publicado el Domingo, 04 Septiembre 2016 20:34
- Escrito por Antonio Mancera
IN MEMORIAM
Hacia las seis de la mañana del 2 de septiembre de 1990 la banda terrorista ETA asesinaba al guardia civil JOSÉ MANUEL ALBA MORALES y al civil LUIS ALBERTO SÁNCHEZ GARCÍA mediante un coche-bomba lanzado por la rampa que daba acceso al muelle de Uribitarte del puerto de Bilbao. La rampa llevaba hasta la garita del Servicio Fiscal de la Guardia Civil donde trabajaba el agente Alba. Resultaron también heridos por la explosión dos empleados municipales del Servicio de Ordenación de Tráfico (OTA), Anselmo Amézaga Regúlez, de 29 años de edad, y Julio Fernández Fernández, de 24, que fueron trasladados al Hospital de Basurto, donde quedaron ingresados. Julio Fernández sufrió traumatismo, contusiones y heridas varias por la acción de la metralla, siendo su pronóstico grave. Por su parte, Anselmo Amézaga presentaba una herida en el hombro derecho con pérdida de sustancia, abrasión en la piel y erosiones en cuero cabelludo. Su estado era menos grave, según el parte facilitado por el departamento de urgencias del centro hospitalario. Asimismo, resultaron heridos el agente de la Guardia Civil Juan Carlos Calzada Martín y el ciudadano Miguel Suquía Mendinueta.
Miguel Garrido Romero y Vicente Gómez Duarte, guardias civiles asesinados por ETA el 25 de agosto de 1982
- Detalles
- Categoría: Siempre en nuestra memoria
- Publicado el Jueves, 25 Agosto 2016 07:40
- Escrito por Antonio Mancera
IN MEMORIAM
En la madrugada del miércoles 25 de agosto de 1982 los guardias civiles MIGUEL GARRIDO ROMERO y VICENTE GÓMEZ DUARTE fallecen en el intento de desactivar una bomba colocada por la banda terrorista ETA en una sucursal del Banco de Vizcaya en Munguía (Vizcaya). La explosión provoca heridas graves al cabo primero Pedro Robles Barberán.
En torno a las dos de la madrugada un comunicante anónimo llamó al cuartel de la Policía Municipal de Munguía avisando de la colocación de una bomba en la sucursal del Banco de Vizcaya de la calle La Concordia. Efectivos de la Policía Nacional y de la Local establecieron un cordón de seguridad y desalojaron las viviendas que se encontraban sobre ella.
Hacia las tres de la madrugada entró en acción un equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil compuesto por el cabo primero Pedro Robles Barberán y los agentes Vicente Gómez Duarte y Miguel Garrido Romero. Tras identificar la bolsa sospechosa y confirmar con un perro adiestrado que se trataba de un artefacto explosivo, comenzó la tarea de desactivación, protegidos con material antiexplosivos, cascos y gafas.
En primer lugar, y ayudados por unas cuerdas de cuyos extremos colgaban unos garfios especiales, zarandearon desde una prudente distancia la bolsa, con el fin de verificar la posible naturaleza del artefacto. A pesar de los bruscos movimientos, el explosivo no llegó a detonar, por lo que muchos testigos presenciales pensaron que se trataba de una falsa alarma. Pese a ello, los tres especialistas de la Guardia Civil intentaron engancharla con una pinza mecánica para separar sus componentes. Cuando el robot acababa de atrapar la bolsa, se produjo la explosión. El guardia Vicente Gómez Duarte fue alcanzado de lleno quedando totalmente destrozado. Falleció en el acto. Su compañero Miguel Garrido Romero, sufrió también gravísimas heridas y desprendimiento de miembros. Falleció cuando era conducido al hospital.
El cabo primero Pedro Robles Barberán fue alcanzado en la cara y las piernas. Trasladado al Hospital Civil de Basurto, fue intervenido quirúrgicamente durante más de nueve horas, con la participación de equipos médicos de traumatología, oftalmología y cirugía plástica maxilofacial. Robles Barberán, tenía 31 años y estaba casado.
El atentado, reivindicado por la banda terrorista ETA mediante un comunicado enviado al diario Egin, era parte de la campaña contra los principales bancos iniciada en junio de 1982. La banda pretendía presionar a los bancos y, dos meses antes, había enviado cartas exigiendo determinadas cantidades de dinero por el llamado impuesto revolucionario. El día 6 de junio de ese año hicieron explosión sendas bombas en las sucursales de los Bancos de Vizcaya y Santander en Pasajes y Rentería.
El funeral por el alma de los dos guardias civiles se celebró al día siguiente en el Gobierno Civil de Vizcaya, con la asistencia del ministro del Interior, Juan José Rosón, el director general de la Guardia Civil, Aramburu Topete, y el delegado del Gobierno, Jaime Mayor Oreja. Tras el funeral, los cadáveres de ambos guardias civiles fueron trasladados en un avión del Ejército del Aire a Sevilla para ser enterrados posteriormente en sus localidades de origen.
Miguel Garrido Romero, de 22 años, estaba soltero. Estaba destinado en Vizcaya como Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos.
Vicente Gómez Duarte cumplía 26 años el mismo día que fue asesinado por ETA. Estaba soltero. Igual que su compañero asesinado era Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos.
Aurelio Salgueiro López, guardia civil asesinado por ETA el 28 de agosto de 1978
- Detalles
- Categoría: Siempre en nuestra memoria
- Publicado el Domingo, 04 Septiembre 2016 20:29
- Escrito por Antonio Mancera
IN MEMORIAM
A las once y veinte minutos del lunes 28 de agosto de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba en Mondragón (Guipúzcoa) al cabo primero de la Guardia Civil AURELIO SALGUEIRO LÓPEZ perteneciente al Servicio de Información (SIGC) cuando, vestido de paisano, se dirigía al cuartel después de haber recogido la correspondencia en la estafeta de correos.
Este itinerario lo realizaba diariamente y siempre a la misma hora. A mitad del recorrido entre Correos y el cuartel, en una pequeña plazoleta donde confluían las calles Zarugalde, Toribio Aguirre e Ignacio Zuloaga, fue abordado por dos miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas que le dispararon varios tiros por la espalda con una pistola. Aurelio Salgueiro cayó al suelo boca arriba, quedando la correspondencia desparramada junto a su cuerpo, y fue rematado en el suelo delante de uno de sus hijos, de 14 años, con el que se acababa de encontrar.
Antonio Fernández Álvarez y José Antonio Ferri Pérez, guardias civiles asesinados por ETA, 21 de agosto de 1988
- Detalles
- Categoría: Siempre en nuestra memoria
- Publicado el Domingo, 21 Agosto 2016 07:37
- Escrito por Antonio Mancera
IN MEMORIAM
A las siete y media de la mañana del domingo 21 de agosto de 1988 la banda terrorista ETA asesinaba en Estella (Navarra), haciendo explotar un coche-bomba al paso de una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a los agentes ANTONIO FERNÁNDEZ ÁLVAREZ y JOSÉ ANTONIO FERRI PÉREZ.
El atentado se produjo a la altura del número 47 del paseo de la Inmaculada de la localidad navarra. El coche-bomba, un Seat 1430 matrícula de Bilbao, estaba estacionado en un paso de cebra y contenía veinticinco kilos de amonal y otros cuarenta de metralla con fragmentos de acero. Fue accionado a distancia por los terroristas al paso del Talbot Horizon en el que viajaban los dos guardias civiles, que murieron en el acto. Los cuerpos de los dos agentes quedaron carbonizados por el incendio que se desencadenó tras la explosión. La extracción de los cadáveres calcinados de los dos guardias civiles, que permanecían sentados en sus asientos, fue muy dificultosa y los equipos de la DYA, bomberos y SOS-Navarra necesitaron utilizar equipos cortachapas. Sobre las 10:30 horas el juez ordenó el levantamiento de los cadáveres, que fueron conducidos al Hospital Comarcal de Estella.
El coche utilizado para el atentado había sido robado a sus propietarios a las dos y cuarto de la madrugada en las proximidades de Estella. Los terroristas los dejaron encadenados a un árbol, al igual que al conductor de otro automóvil, un Renault 7 matriculado en Vitoria, que habían sustraído también a punta de pistola dos horas antes, y que se supone fue el que utilizaron los etarras en su huida. El coche-bomba quedó irreconocible y un gran fragmento del mismo voló por encima de un bloque de seis pisos y cayó en un patio interior situado a unos doscientos metros del lugar del atentado. Tres vehículos estacionados en las inmediaciones, así como ventanas y balcones de varios bloques de viviendas, resultaron gravemente dañados, al igual que numerosos establecimientos comerciales.
La violenta explosión del coche bomba provocó también heridas a María del Puy García Michelena, de 24 años, que en el momento de producirse el atentado preparaba el biberón para sus hijos gemelos de dos meses de edad en un primer piso del número 47 del paseo de la Inmaculada, lugar en el que se produjo la explosión. La metralla alcanzó el domicilio de la joven madre, hiriendo a su hijo de dos meses, Héctor Catalán. Según testigos presenciales, la mujer salió a la calle gritando y con el bebé en los brazos lleno de sangre. Inmediatamente fue conducida al Hospital Comarcal de Estella, donde fue atendida de diversas erosiones y heridas varias en el brazo izquierdo y rodilla derecha por rotura de cristales, con pronóstico leve. El bebé sufría heridas incisas en el brazo y pómulo izquierdos y erosiones varias en el cráneo por rotura de cristales, también con pronóstico leve. Ambos fueron enviados a su domicilio en las horas siguientes.
La capilla ardiente con los cuerpos de los dos agentes se instaló por la tarde del mismo día de su asesinato en el Ayuntamiento de Estella y los funerales se celebraron al día siguiente a las once de la mañana en la Iglesia de San Juan de esta localidad.
El asesinato de los dos guardias civiles se produjo en un momento en el que la banda terrorista ETA había publicado varios comunicados en los que mostraba su voluntad de negociar y proponía una tregua de dos meses. La curiosa forma que tenía de demostrar esa voluntad era asesinando guardias civiles, pues pocas horas antes del doble asesinato en Estella, la banda terrorista había hecho estallar un coche-bomba en las proximidades de Vergara (Guipúzcoa) en el que tres guardias civiles y un civil resultaron heridos, algunos de gravedad. La explosión se produjo a las 12:30 horas del 19 de agosto al paso de tres vehículos de la Guardia Civil. Poco después, ETA hizo estallar otro artefacto en Éibar (Vizcaya) al paso de otro vehículo del Instituto Armado, resultando heridos dos guardias civiles, uno de ellos de gravedad, y un civil que conducía un todoterreno en el momento de la explosión.
Todos los partidos políticos de Estella, con la excepción habitual de Herri Batasuna (HB), condenaron el asesinato de los dos guardias civiles. El concejal de HB, Patxi Lage, dijo sentirse afectado, aunque se negó a condenarlo. Esta cínica actitud provocó que la alcaldesa de Estella, Rosa López, dijese que "es increíble que quienes apoyan este tipo de sucesos tengan el cinismo de mostrarse afectados" (ABC, 22/08/1988). Pero no quedó ahí la cosa porque, por primera vez, todos los partidos políticos de la Corporación Municipal decidieron por unanimidad destituir a Patxi Lage de su cargo como presidente de la Comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Estella: "Estamos hartos de tener miedo y nos sentimos orgullosos junto con el pueblo de Estella de ser los primeros en adoptar esta medida y queremos dar ejemplo a todo el mundo", dijo la alcaldesa (ABC, 22/08/1988).
Y es que el asesinato de los dos agentes había provocado una gran indignación en la localidad navarra, donde eran muy apreciados. Unos días antes del atentado, los agentes Fernández y Ferri habían participado en una arriesgada operación de salvamento durante un incendio que se había desatado en Estella. Más de cinco mil vecinos participaron en la manifestación silenciosa en repulsa por el atentado que recorrió las calles de la ciudad.
El asesinato de Antonio Fernández y José Antonio Ferri era el primer atentado mortal de ETA en Estella. En esta localidad, justo diez años después, todos los partidos vascos nacionalistas, incluido Herri Batasuna, firmaron el Pacto de Estella o Lizarra, que tenía como objetivo explícito la consecución de la soberanía de Euskadi, pacto que fue consecuencia casi directa de la reacción social sin precedentes que provocó el "asesinato a cámara lenta" de Miguel Ángel Blanco.
En 1992 la Audiencia Nacional absolvió al etarra Germán Rubenach Roig, alias Antxon, de su vinculación con el asesinato de los dos guardias civiles al considerar que no estaba probada su participación en los hechos que le imputaba la Fiscalía. Rubenach había sido detenido el 25 de junio de 1990 en la Foz de Lumbier (Navarra), tras asesinar al sargento de la Guardia Civil José Luis Hervás Mañas cuando procedía a identificarle junto a los también etarras Juan María Lizarralde Urreta y María Susana Arregui Maiztegui. Tras cometer el crimen se apropiaron de la pistola del sargento y entablaron un tiroteo con otros tres agentes de la Benemérita, en el que resultó herido grave el sargento José Domínguez Peris, mientras que Rubenach fue herido en una pierna. Las Fuerzas de Seguridad cercaron el lugar, lo que llevó, esa misma tarde, a la localización de Rubenach, gravemente herido por un disparo en la cabeza. Al día siguiente se encontraron los cadáveres de Lizarralde y Arregui. Aunque diversas sentencias judiciales no lograron esclarecer completamente el episodio, en el hospital Rubenach declaró, en presencia de su abogado y de la juez de Aoiz (Navarra), que, al sentirse rodeados por las Fuerzas de Seguridad, Lizarralde se suicidó, mientras que él mismo disparó a Arregui con el arma del sargento Hervás y luego intentó suicidarse.
Antonio Fernández Álvarez tenía 35 años. Había ingresado en la Guardia Civil en el año 1976, en la Agrupación de Tráfico, y estaba destinado en Estella desde 1979. Estaba casado y tenía dos hijos varones de 10 y 6 años de edad.
José Antonio Ferri Pérez, tenía 34 años. Ingresó en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en 1976 y estaba destinado en Estella desde 1986, proveniente de Barcelona. Estaba casado y tenía tres hijos de 10, 8 y 3 años de edad.
Más artículos...
- Irene Fernández Perera y José Angel de Jesús Encina, guardias civiles asesinados por ETA, 20 de agosto de 2000
- Antonio Nieves Cañuelo, guardia civil asesinado por ETA el 8 de agosto de 1979
- Juan Ignacio Calvo Guerrero, guardia civil asesinado por ETA, el 5 de agosto de 1986
- Silvia Martínez Santiago de 6 años, hija de un guardia civil, asesinada por ETA el 4 de agosto de 2002
- José Expósito Afán, guardia civil asesinado por ETA, 4 de agosto de 1985
- Juan José Tauste Sánchez, guardia civil asesinado por ETA, 4 de agosto de 1979
Himno Guardia Civil
Noticias Actualidad
Noticias Actualidad - Benemérita al día
-
La Guardia Civil de Almería detiene a una persona que a pie o en su vehículo vendía droga a domicilio en Adra
-
La Guardia Civil de Islas Baleares detiene a hombre por delitos de lesiones y amenazas en Inca
-
La Guardia Civil de Gijón desarticula un grupo criminal al que se le imputa cinco delitos diferentes por hechos ocurridos en la localidad de Nievares-Villaviciosa
-
La Guardia Civil de Córdoba detiene a tres vecinos de Montoro como supuestos autores del hurto de 30.000 kilogramos de trigo y cebada
-
Operación de la Guardia Civil de Sevilla contra el tráfico de hachís en la provincia